viernes, 19 de octubre de 2012

LAS ENCINAS


Mientras que llenándoos va

el hacha de calvijares,

¿nadie cantaros sabrá,

encinares?

                        (A. Machado) 


     Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados; y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío. Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes: a nadie le era necesario para alcanzar su ordinario sustento tomar otro trabajo que alzar la mano, y alcanzarle de las robustas encinas que liberalmente les estaban convidando con su dulce y sazonado fruto. Las claras fuentes y corrientes ríos, en magnífica abundancia, sabrosas y transparentes aguas les ofrecían. En las quiebras de las peñas y en los huecos de los árboles formaban su república las solícitas y discretas abejas, ofreciendo a cualquiera mano sin interés alguno la fértil cosecha de su dulcísimo trabajo.
     Los valientes alcornoques despedían de sí, sin otro artificio que el de su cortesía, sus anchas y livianas cortezas, con que se comenzaron a cubrir las casas sobre rústicas estacas sustentadas, no más que para defensa de las inclemencias del cielo. Todo era paz entonces, todo amistad, todo concordia: aún no se había atrevido la pesada reja del corvo arado a abrir ni visitar las entrañas piadosas de nuestra primera madre, que ella sin ser forzada ofrecía por todas las partes de su fértil y espacioso seno lo que pudiera hartar, sustentar y deleitar a los hijos que entonces la poseían.

                                                     Fragmento del Capítulo XI de la Primera Parte del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, por Miguel de Cervantes.
“De lo que sucedió a D. Quijote con unos cabreros”.

Encina (Quercus ilex subsp. ballota)

ENCINA

Quercus ilex, L.
Encina, alsina, carrasca, chaparro, sardón.
Familia: Fagaceae.
Etimología: La palabra “Quercus” viene de la cultura celta y significa “árbol hermoso”. Los romanos llamaron a la encina “Ilex” que a su vez deriva del griego “hyle”, palabra que significaba “madera”. De la deformación del vocablo original ilex, ilicis surgió la denominación vulgar “ilicina” que dio lugar al la actual “encina” o “alsina” como se le conoce en algunos lugares.
Lugar de origen: Países mediterráneos.

Aspecto del follaje de la encina continental (subsp. ballota)
Descripción:
La encina es un árbol de hoja perenne de hasta 20 metros de altura que en determinadas condiciones puede presentar forma arbustiva. Su aspecto más frecuente es el de un árbol de copa redondeada o ligeramente aplastada, aunque de joven suele formar matas arbustivas. La corteza es de color verde grisáceo y textura lisa cuando es joven, oscureciéndose y agrietándose con el paso del tiempo. Sus hojas perennes son coriáceas y permanecen en el árbol entre dos y cuatro años antes de caer. Son glabras y de color verde oscuro por el haz y tomentosas y de color verde pálido por el envés. Tienen forma variable, presentando fuertes espinas en el borde cuando la planta es joven aunque también es frecuente encontrar este tipo de hojas en las ramas bajas de los ejemplares adultos. Las hojas de las ramas altas, sin embargo, carecen de espinas.
La encina es una planta monoica cuyas flores masculinas aparecen en amentos erectos que terminan colgando tras su desarrollo. Son de color amarillo, cambiando en su evolución hacia tonos anaranjados y adquiriendo finalmente un color parduzco en su madurez. Las flores femeninas son de tamaño pequeño y aparecen aisladas o en grupos de dos. Su color es rojizo al principio y amarillo-anaranjado en su madurez. La floración se produce de marzo a mayo.
Los frutos son bellotas, características del género Quercus. Son de color verde al principio tornándose marrón oscuro brillante cuando están maduras. Poseen una cúpula o caperuza que las distingue de otras especies del género formada por brácteas muy apretadas que cubren casi un tercio de su tamaño. La época de maduración es de octubre a noviembre.

Comparativa de las hojas de la encina continental (izqu.)
y las de la encina litoral (derecha).
Subespecies:
En la Península Ibérica desde antiguo se distinguieron características diferentes entre las encinas que habitaban en las zonas del litoral y las que lo hacían en el interior. Así las primeras se caracterizaban por tener unas hojas más grandes y alargadas y unas bellotas de sabor amargo, mientras que las encinas continentales tenían las hojas redondeadas y las bellotas de sabor dulce. Esta singularidad hizo pensar que se trataban de especies diferentes, asignando a la especie continental un nuevo nombre: Quercus rotundifolia. Sin embargo, estudios taxonómicos más recientes pusieron de manifiesto que no se trataba de especies distintas sino que se trataba de dos subespecies diferentes. Así, la encina litoral pasó a llamarse Quercus ilex subsp. ilex y la encina continental se denominó Quercus ilex subsp. ballota. También son frecuentes ejemplares con características intermedias (mestos), sobre todo en las zonas que comparten ambas subespecies.

Diferentes formas de hojas de la encina continental.
Cultivo:
La encina es una árbol que crece en todo tipo de terrenos prefiriendo los sustratos calizos. No acepta sin embargo los terrenos demasiado arenosos, salinos o encharcados. Tiene preferencia por las zonas soleadas y secas aunque soporta bien el frío. Tolera bien las podas, requiriendo un saneamiento de las ramas que puedan ir secándose. También se pueden realizar podas de formación aun aquellas que sean de carácter radical, pues la encina está capacitada para rebrotar de raíz si fuera necesario. Sin embargo en sus primeras fases de vida soporta mal los transplantes. La encina normalmente se reproducen mediante semillas aunque también puede multiplicarse mediante brotes de raíz y de cepa.

Utilización:
El uso más generalizado de la encina es para la alimentación del ganado, especialmente del porcino ya que una dieta a base de bellotas de encina es fundamental para la obtención de un jamón ibérico de calidad. Las bellotas más dulces también son utilizadas para el consumo humano, tostándolas de forma similar a las castañas. La madera de la encina, por su dureza, es utilizada para la fabricación de piezas que requieren una alta resistencia como herramientas, arados, pilares, vigas, etc. También es una excelente leña y es utilizada en la fabricación de carbón vegetal (ver abajo, video). La corteza, rica en taninos, sirve para curtir cueros, siendo utilizada por este motivo sobre todo en países norteafricanos como Marruecos. Indirectamente, las encinas son importantes en la obtención de diversos hongos comestibles ya que es un árbol que establece relaciones simbióticas con dichos hongos de los que destacan las codiciadas trufas.


Frutos de la encina (bellotas).
Propiedades medicinales:
La corteza es astringente lo que la hace indicada para el tratamiento de la diarrea, aunque está contraindicado en casos de gastritis o úlcera gastroduodenal. Con las hojas y bellotas machacadas se realiza un cocimiento muy útil para desinfectar heridas y ulceraciones dérmicas y bucales. La encina también tiene propiedades para el tratamiento de la hipersudoración corporal, conjuntivitis, faringitis, dermatitis, eritemas y prurito.

Plagas y enfermedades:
La primera de las causas de mortalidad de este árbol es la llamada “seca de la encina”, que provoca un decaimiento generalizado, apareciendo amarilleo de las hojas  y una posterior caída generalizada, así como la muerte de ramas y ramillas. La planta reacciona con la emisión de numerosos brotes pero termina sucumbiendo con la necrosis de la raíz. No se conocen con precisión las causas pero se piensa que están implicados ciertos hongos como Phytophtora cinnamomi, Hypoxylum mediterraneum, Diplodia o Armillaria mellea, así como las posibles prácticas inadecuadas como podar fuera de época o sin la higiene necesaria (desinfectantes, cicatrizantes, etc.)
Entre las plagas destacan la mariposa Tortrix viridiana cuya oruga es causante de su desfoliación o también algunos taladradores entre los que destacan las larvas de escarabajos como el Cerambyx cerdo.

A la izquierda, flores femeninas de la encina. A la derecha las masculinas (amentos).



Encinas monumentales:
Se calcula que en España existen más de 3.500 ejemplares de distintas especies considerados singulares o monumentales por sus especiales características. De ellos 439 son encinas, con diferencia el árbol más representado. De entre estos ejemplares queremos destacar a dos: la encina de Zarza de Montánchez (Cáceres), llamada popularmente “La Terrona”, que con sus impresionantes medidas (16 metros de altura, 775 cm de perímetro de tronco y 27 metros de copa) se considera la encina más grande de España y posiblemente del mundo. Sus aproximadamente 800 años de vida la convierten en una de las más longevas, sin embargo no se acerca a los 1.200 años que se le calculan al otro ejemplar que queremos destacar, “La encina de las Tres Patas” situado en la localidad navarra de Mendaza. Ésta pese a su longevidad es sin embargo algo más pequeña con unas dimensiones de 15 metros y medio de altura, 770 cm de perímetro de tronco y 19,20 metros de copa.

"La Terrona". La Encina más grande de España.
Refranes:
- “La mayor encina fue bellota chiquitina”.

-Leña de encina, córtela mi yerno y quémela mi hija”.

- “Al alcornoque no hay palo que le toque, sino la encina que le quiebra la costilla”.

- “Calagozo corta encina, que no cola vulpina”.

- “En Extremadura las encinas dan jamones y los carrascos salchichones”.

- “Pan de trigo, leña de encina y vino de parra sustentan la casa”.

- “Por octubre podarás, mas la encina dejarás”.

- “Si la encina tiene mucho moco, en la montanera da poco”. (Se refiere al “moco” como las flores colgantes masculinas y su abundancia en detrimento de las femeninas que son las que dan el fruto).

Municipios españoles:
La tradición de la encina es tan importante en España que numerosos municipios han tomado su nombre de este árbol.  Ejemplo de ello son:

-A Enciñeira (Lugo)
-Alzina D’Alnyá (Lleida)
-Baños de la Encina (Jaén)
-Encinacorva (Zaragoza)
-Encina de San Silvestre (Salamanca)
-Encinarejo de Córdoba (Córdoba)
-Encinares (Ávila)
-Encinas (Segovia)
-Encinas de Abajo (Salamanca)
-Encinas de Arriba (Salamanca)
-Encinas de Esgueva (Valladolid)
-Encinas Reales (Córdoba)
-Encinasola (Huelva)
-Encinasola de los Comendadores (Salamanca)
-Encinedo (León)
-Encinillas (Segovia)
-Estación de la Encina (Alicante)
-La Encina (Salamanca)
-La Encina (Santander)
-L'Alzina (Lleida)
-L'Alzinar (Barcelona)

Típica dehesa repleta de encinas.
MEDITERRÁNEO
Un mar, un clima, un ecosistema, una civilización.
     Hace 6.000 años, cuando comenzó a aflojarse la tenaza del hielo que cubría Europa, la cuenca del mar Mediterráneo era una selva impenetrable. Encinas, alcornoques, robles, pinos, enebros y sabinas ocupaban llanuras y montañas, valles umbríos y abrigadas solanas. El antiguo cazador neolítico al iniciar la domesticación de los animales a los que antes perseguía fue abandonando poco a poco la vida nómada. Primero el lobo, convertido en su fiel acompañante, luego el prolífico jabalí y tal vez, el toro ancestral (Bos primigenius). Así del clan se pasó a la tribu y las palabras “tuyo” y “mío” comenzaron a pronunciarse.
     El auge de la ganadería fue separando los árboles del bosque permitiendo que la luz solar alcanzara el suelo y produjera un frugal pero nutritivo pasto verde desde el otoño hasta el final de la primavera cuando el efecto de la sequía estival terminaba agostándolo. Al espaciarse las encinas redondearon sus copas aumentando la producción de bellotas, sus dulces y calóricos frutos, complemento alimenticio perfecto durante los meses de otoño e invierno, no ya sólo para el ganado sino también para el propio ser humano. Este es el nacimiento o la creación de la dehesa, la más afortunada de las intervenciones del hombre en la naturaleza pues no sólo no se destruyó el bosque primitivo sino que éste fue enormemente enriquecido en su diversidad biológica.

CARBÓN DE ENCINA
Para finalizar nos ha parecido interesante subir este video que hemos encontrado en Youtube en el que se explica cómo se fabrica el carbón con la  madera de encina. El video ha sido realizado por forestman y lo podéis seguir en su magnífico blog.