viernes, 30 de marzo de 2012

MOPANE

     “Nuestros más lejanos antepasados de hace mucho tiempo tenían un gobierno y éste era un carbón reluciente del fuego del lugar donde habíamos estado viviendo y lo usábamos para encender el fuego del nuevo lugar al que nos desplazábamos para vivir”.
     El Kalahari nunca ha sido, estrictamente hablando, un desierto. Ningún desierto lo es, en definitiva, pues hasta el territorio más extremo e inhóspito de la tierra es capaz de albergar infinitas manifestaciones de vida. Kalahari es, muy al contrario, un edén inalterado desde hace centenares de miles de años rebosante de vida que pudo haber sido además, por qué no decirlo, la cuna de nuestros ancestros, el lugar donde un puñado de homínidos desterrados de las áreas boscosas depositaron el germen que tal vez condujera, lentamente, a fundar la especie a la que pertenecemos.
     Ahora, un pequeño grupo de personas, niños, mujeres y hombres, camina por la sabana arbolada hacia el norte. En pocos días alcanzarán los bosques algo húmedos donde domina el mopane justo a tiempo para la cosecha. Las hojas del mopane semejan alas de mariposa, puede que por ello los pueblos que viven en el entorno de esta región descubrieron,  siguiendo las leyes  de la similitud, que este árbol era portador de un recurso alimenticio casi inagotable que podrían aprovechar, y no nos estamos refiriendo  precisamente a sus frutos.
     El pueblo san, al que pertenece el grupo familiar de personas que recorre la sabana hacia el norte, conoce desde tiempo inmemorial esta fuente abundante de proteínas fácil de conseguir y, lo que no es menos importante, también fácil de conservar.
     No, no nos referimos precisamente a los frutos del mopane, sino a una mariposa, una polilla para ser más exacto, que pone sus huevos en este importantísimo árbol. Enseguida sus orugas, que llegan a hacerse enormes, se dedican afanosamente a comerse las hojas hasta desfoliarlo casi por completo. El árbol, sin embargo, no sufre más que un contratiempo, pues acabado su ciclo las orugas descienden para enterrarse y convertirse en crisálidas permitiendo al árbol mopane desplegar una segunda generación de hojas.
     Hoy en día la cosecha de orugas del mopane en algunos países del África austral se ha convertido en una floreciente industria mientras el pueblo san, a quienes los colonizadores europeos denominaron peyorativamente  bosquimanos, ha sido expulsado en gran medida de los vastos territorios del Kalahari donde llevan viviendo desde los albores de la humanidad.

Aspecto general del Mopane
 (Colophospermum mopane)

MOPANE

Colophospermum mopane,(J. Kirk ex Benth.)

Mopane, mopaní, terebinto.
Familia: Fabaceae, subfamilia Caesalpinioideae.
Etimología: El nombre científico Colophospermum viene del griego que significa “semilla aceitosa”, en referencia a las semillas resinosas que posee. El nombre de la especie, mopane se toma el nombre local para el árbol.
Lugar de origen: África (Angola, Botswana, Malawi, Mozambique, Namibia, Zambia y Zimbabwe).

Descripción:
     El mopane es un árbol leguminoso que en ocasiones puede presentar porte arbustivo y que sólo crece en el continente africano, adaptado a lugares cálidos y secos. Dependiendo de la disponibilidad de agua y las condiciones del suelo puede llegar a desarrollar hasta 25 metros de altura. La corteza de su tronco es de color marrón-grisáceo y está profundamente fisurada. Las hojas son caducas o semicaducas, compuestas, divididas en dos foliolos dispuestos de tal modo que se asemejan a las alas de una mariposa lo que le proporciona un peculiar rasgo distintivo.  En la unión de ambos foliolos aparece lo que se puede considerar los restos de un tercer foliolo. Las flores son pequeñas y aparecen agrupadas, son de color amarillo-verdoso y suelen florecer a partir de diciembre o enero dando lugar posteriormente a los frutos consistentes en vainas planas de forma de riñón, de color verde al principio, luego marrón. Estas vainas maduran entre abril y junio y contienen en su interior unas semillas planas cubiertas de una resina pegajosa o aceitosa.

Hojas del Mopane con aspecto de mariposas.
Cultivo:
El mopane es un árbol que crece de forma natural en climas cálidos y secos. Está adaptado a suelos poco profundos y mal drenados, creciendo en terrenos alcalinos y también en suelos aluviales. No admite bien las heladas ni las temperaturas bajas, de hecho en los sitios donde sobrevive en estas condiciones no suele alcanzar más de 2 metros de altura. La reproducción se hace mediante semillas que pueden ser extraídas de las vainas maduras o sembradas junto a la vaina, aunque sacar las semillas es más efectivo pues acelera la germinación. Para ello hay que colocar las semillas en arena de río en bandejas planas y mantener la humedad. Cuando la semilla germine y haya desarrollado raíces, transplantaremos, con cuidado de no dañar el sistema radical de la planta, a un sustrato mezcla de mantillo y arena en envases individuales, no olvidando dar un riego abundante después de esta operación.

Detalle de una hoja y la vaina en forma de riñón.
Utilización:
La madera del mopane se usa en la construcción porque es muy resistente, utilizándose para la fabricación de vigas, traviesas para las vías de los trenes o para soportes de las minas. Actualmente también se utiliza para fabricar instrumentos musicales como el clarinete. Algunos de los usos tradicionales consistían en utilizar sus ramitas como cepillos de dientes, sanar heridas con sus hojas o utilizar su corteza para hacer cordeles.
No hay que olvidar la gran importancia que el mopane tiene en la alimentación de los habitantes de las tierras donde crece, ya que en este árbol se desarrolla la larva de la mariposa Gonimbrasia belina. Esta larva, conocida por el nombre de “gusano del mopane” alcanza los 10 cm de longitud y es cultivado por su gran valor proteínico siendo consumido especialmente por las tribus bosquimanas. 

Propiedades medicinales:
Tradicionalmente se ha utilizado para sanar heridas, para el tratamiento del roce de los muslos, para los dolores de estómago y para los cálculos renales.

Plagas y enfermedades:
El árbol adulto es muy resistente a las enfermedades y a ciertas plagas, sin embargo en plantones jóvenes puede ser atacado por hongos y termitas. Entre las plagas que pueden afectar a los ejemplares adultos está, como ya hemos visto, la larva de la mariposa Gonimbrasia belina que se alimenta de las hojas del mopane, aunque está lejos de ser un problema. También puede causar daños en cierta medida un pequeño psílido que se alimenta de la savia llamado Aritaina mopani.

Mariposa Emperador (Gonimbrasia belina).
Foto: Kirby Wolfe.
Curiosidades:
Cuando llega el verano y las hojas del mopane comienzan a renacer, aparecen al tiempo, de forma inexcusable las enormes larvas de la “Mariposa emperador” (Gonimbrasia belina) para alimentarse con su follaje. Lejos de ser un problema, la larva de esta polilla, que puede alcanzar los 10 centímetros de largo, se convierte en un parabién en forma de manjar rico en proteínas, que constituye un alimento básico en la dieta en el sur de África. En la actualidad, estos gusanos de colores brillantes se cosechan dos veces al año y se venden en los mercados locales. Se consumen secos, ahumados o tostados y representan una fuente de ingresos importantes para muchas personas.
Larva de Gonimbrasia belina, fuente de alimento de
los pueblos bosquimanos. Foto: Kirby Wolfe.
     Pero principalmente el “gusano del mopane” ha sido consumido tradicionalmente por los pueblos bosquimanos durante generaciones. Estos pueblos inicialmente llamados “San” (que significa extraños o vagabundos) o “Basarva” (pueblo que no tiene nada), fueron “rebautizados” por los primeros colonos holandeses con el nombre de “Bosjeman” (Bosquimano) que significa “hombre de los bosques”. Habitaron desde hace 20.000 años las tierras del África austral lo que les convierte en el pueblo más antiguo que existe hoy en día sobre el planeta. Su modo de vida se caracterizaba por ser nómadas y vivir de la caza y de la recolección de frutas, cortezas, raíces... y, como hemos visto, también gusanos. Esta forma de vida no ha variado apenas en miles de años pero en la actualidad sólo un tercio de la población “San” sigue viviendo de la manera tradicional pues la mayoría emigró a los pueblos vecinos donde trabajaban en granjas o como sirvientes.
     El motivo de esta emigración tiene su origen cuando en 1961 fue establecida por la administración colonial británica la “Reserva de caza de Kalahari central” con la intención no sólo de proteger la fauna, sino también la viabilidad de la gente que vivía allí. Sin embargo, después de la independencia de Botswana en 1966, el nuevo gobierno tomó la decisión de no ayudar a los pueblos bosquimanos basados en la idea de que eran una minoría empobrecida que vivía en terrenos de difícil acceso.
Grupo de bosquimanos en sus labores de caza.
     Durante esta campaña de descrédito hacia el pueblo “San” recibieron numerosos ataques que llevaron a Di//Cao Oma, una mujer bosquimana de Nyae Nyae, (Namibia) a hacer la famosa declaración con la que hemos abierto nuestro relato inicial: "Cuando alguien dice, 'Ustedes los bosquimanos no tienen gobierno', nosotros les decimos que nuestros más lejanos antepasados de hace mucho tiempo tenían un gobierno y era un carbón reluciente del fuego del lugar en que habíamos estado viviendo y lo usábamos para encender el fuego del nuevo lugar al que íbamos. Así que yo digo: No nos queráis detener, queremos seguir avanzando, tenemos nuestro propio discurso." Así que en este ambiente de acoso y desprestigio en el 2002 ya sólo quedaban unas docenas de bosquimanos en su tierra ancestral, al irse la mayoría atraídos por una pequeña compensación recibida en efectivo o en ganado. Sin embargo algunos insistieron en que se les amenazó para que se fueran y demandaron al gobierno para pedir que se les permitiera regresar a la reserva de caza. Un tribunal superior dictaminó en su favor con lo cual pudieron regresar a sus hogares y en la actualidad un gran número del conjunto de pueblos bosquimanos vive disperso por el desierto del Kalahari.